Qué es el control parental.
¿Los dispositivos tecnológicos suponen una ventaja o una amenaza para los más pequeños? La respuesta es ambas. Existen muchos beneficios educativos a la hora de utilizar dispositivos tecnológicos para niños, así como formas de ocio que permiten que se desarrollen.
Sin embargo, el uso de móviles, tablets y ordenadores en niños necesitan un control, ya que no disponen de la suficiente madurez para establecer un número de horas máximo o el tipo de contenidos visitan en la red.
De aquí surge la idea del control parental en los dispositivos tecnológicos. El control parental consiste en una serie de medidas tecnológicas o sistema que permite a los padres monitorizar, restringir y limitar el uso de los dispositivos como ordenadores, tablets o móviles.
Para qué sirve el control parental y qué riesgos puede evitar.
El control parental tiene muchos usos y se pueden activar todos o solamente los que más convengan para tus hijos. Entre ellos, vamos a analizar las funciones que más destacan.
Establecer horarios y limitar el tiempo de uso.
Uno de los mayores peligros entre los niños es la gran cantidad de tiempo que utilizan dispositivos tecnológicos. El control parental permite establecer límite de horas al día o bien un horario en el que se puede usar el dispositivo. De este modo, evitaremos que nuestros hijos se conecten por la noche y tengan trastornos de sueño, o que estén demasiadas horas utilizando dispositivos y se cree una personalidad que tiende al aislamiento, o incluso descensos de notas en sus actividades escolares.
Monitorizar y conocer la navegación a través de Internet.
El control parental permite hacer un seguimiento de la actividad en la red de nuestros hijos. De esta manera, podremos saber qué páginas visitan o si utilizan redes sociales, foros, etc.
Un factor útil que nos puede ayudar también a conocer mejor sus gustos.
Intentar evitar que tus hijos visiten sitios web inapropiados.
Existe todo tipo de información explícita en Internet, y lo último que queremos es que nuestros hijos entren en páginas extrañas de violencia, racismo, chats, que fomenten hábitos destructivos, páginas de contenido para mayores de edad, etc. Con el control parental se pueden establecer restricciones a páginas web directamente o bien restricciones a páginas que se produzcan en cuanto a determinadas palabras clave. Por ejemplo, puedes restringir el acceso a la mayoría de páginas que utilicen la palabra clave “armas”.
Evitar el contacto con desconocidos que puedan dar lugar a acciones peligrosas.
Se han dado muchos casos de fenómenos como el sexting, grooming, ciberacoso o ciberbullying. Se pueden establecer determinados filtros y restricciones a lugares en los que se hable públicamente en la red o bien se pueden prohibir accesos a juegos en modo multijugador donde haya chats o similares.
Restringir el uso de determinadas aplicaciones.
En sus teléfonos móviles o tablets pueden descargarse todo tipo de aplicaciones. Con el control parental podemos decidir a qué aplicaciones pueden tener acceso nuestros hijos y a cuáles no.
De esta manera, podemos evitar que tengan aplicaciones como redes sociales o determinados juegos violentos.
Evitar que realicen compras de aplicaciones.
Es muy fácil entrar en PlayStore o en la AppStore y realizar una compra con tan solo un click.
Podemos restringir las compras de aplicaciones para nuestros hijos de forma que no compren nada a propósito o accidentalmente y así evitarnos sustos.
Otros usos del control parental.
Existen también aplicaciones y herramientas adicionales que permiten la geolocalización de los dispositivos de nuestros hijos para saber dónde están en todo momento, el bloqueo de llamadas, poner un botón de emergencias que envíe una señal a nuestro móvil y muchas otras utilidades.
Obtén más información en: http://tublogtecnologico.com/menores-internet-la-importancia-del-control-parental/
